UN NUEVO CABALLO
En estos tiempos en los que estamos viviendo, el caballo ha dejado de ser la figura que siempre ha representado, para pasar a representar algo totalmente distinto al concepto que siempre hemos tenido del caballo. Primero fue cazado por el hombre como alimento, y posteriormente fue domesticado y utilizado como medio de transporte. De una manera u otra, la presencia del caballo en la vida del hombre siempre ha sido de una superlativa importancia. Y aunque actualmente el caballo ya no sea alimento y tampoco medio de transporte, su nivel de importancia en nuestras vidas no ha dejado de ser menor que el de antes, tan sólo ha cambiado de dirección, una dirección la cual es desconocida por la inmensa mayoría de personas, y ese desconocimiento, hace que no tengamos una visión del caballo ajustada a la realidad de lo que verdaderamente representa el caballo en nuestras vidas.
¿Sí el caballo ya no es alimento, y tampoco medio de transporte, porqué la gente monta a caballo?.
A esta pregunta cabrían tantas respuestas como personas que montan a caballo existen. A un nivel superficial, habría muchísimas respuestas iguales, pero a un nivel más profundo, las respuestas irían cambiando según cada persona. Y todas tienen un denominador común; el gozo y disfrute que produce la actividad de montar a caballo.
Los científicos darán muchas explicaciones acerca de porque se produce el disfrute y el gozo, explicaran perfectamente el proceso de liberación de endorfinas, incluso explicaran detalladamente en que parte del cerebro es donde se experimenta el dolor o el placer. Pero todavía no han llegado a una parte más profunda; al misterio de porqué unas personas se acercan al caballo y a otras el caballo es algo indiferente. La respuesta más espontanea, es simplemente por gusto, porqué me gustan los caballos sería la respuesta más rápida, pero detrás de ese aparente gusto, se esconde una información.
Esa es la información que sí te atreves a profundizar, y vas tirando del hilo, te llevará a conocer la verdadera profundidad de tu Ser, es entonces cuando la practica de la equitación pasa de un plano superficial a un plano más profundo, pasa de la superficie de un gusto, a la profundidad de una causa. Cuando se da ese salto, la equitación se convierte en meditación.
Que nadie se asuste al oír las palabras profundidad y meditación, sí te asustas es porque no conoces su verdadero significado. Profundidad no es sinónimo de complejidad, profundidad significa descender a un plano más profundo de la superficie. La gente no está acostumbrada a navegar en la profundidad, por motivos culturales y sociales, la profundidad es un medio que no se ha dado a conocer en la misma medida que la superficie, y ese desconocimiento fomenta la existencia de falsas creencias acerca de lo que realmente es la profundidad. Yo no voy a defender la profundidad, yo no voy a convencerte para que navegues en ella y dejes de navegar en la superficie. La profundidad no es ni mejor, ni peor, simplemente es un medio distinto a la superficie, yo simplemente te digo que la profundidad no es compleja, asusta por desconocimiento, porque no la conoces, estás acostumbrado a navegar siempre en la superficie, pero cuando te has permitido la experiencia de bajar a la profundidad, descubrirás todo un mundo nuevo, una forma distinta de experimentarte, una forma distinta de andar a caballo, una forma distinta de estar en la vida.
Lo que si que te digo, es que si quieres descubrir tu verdadero Ser, tendrá que ser en la profundidad. En la superficie, a flor de piel está tu ego, y en lo más profundo está tu Ser, así es que si quieres conocer la dimensión de tu Ser, no te queda más remedio que bajar a la profundidad.
Cuando siempre has estado navegando en la superficie, no conoces otra cosa, y tampoco tienes libertad para poder ir a otro sitio distinto al que no conoces. No puedes vivir con plenitud en un lugar nuevo para ti, son los miedos los que dificultan tu estancia e impiden que te relajes y disfrutes del nuevo lugar, necesitas conocer y aprender todo lo relativo a lo nuevo para que puedas relajarte y disfrutar. Es ahí donde es primordial la figura del terapeuta, el terapeuta tiene que ser una persona que conozca a la perfección ese lugar que es nuevo para ti, su misión es simplemente acompañarte para mostrarte el nuevo lugar y enseñarte que es un lugar tranquilo y seguro donde poder relajarte y disfrutar. Simplemente esa es la misión del terapeuta, la figura del terapeuta está asociada más a la idea del sicólogo o del psiquiatra, y es justamente lo contrario, el verdadero terapeuta no es aquel que te habla y te mantiene enredado en procesos mentales, los procesos mentales pertenecen al único plano que tu conoces, al plano mental, a la superficie del ego. El verdadero terapeuta es aquel que simplemente te acompaña en un estado de amor dado hacia ti, para brindarte la oportunidad de que conozcas el otro plano que no conoces. Sólo cuando hayas conocido y experimentado lo desconocido (la profundidad), habrás ganado capacidad de elección, en definitiva libertad. La libertad no es otra cosa que capacidad de elección, la capacidad de elección sólo es posible a través de la profundidad del conocimiento, sino hay conocimiento no puede haber elección alguna, simplemente eres un esclavo de tus gustos y miedos, los cuales te llevan a tomar una dirección a la cual tu llamas elección, pero realmente no estás eligiendo nada, simplemente estás siendo conducido sin ninguna otra opción hacia los gustos y miedos de tu ego.
La libertad sólo es posible a través del conocimiento, sólo cuando conozcas las dos caras podrás elegir. Libertad es poder estar en la superficie y poder estar en la profundidad, libertad es poder ir de un sitio a otro al antojo de nuestra voluntad. Cuando sólo puedes estar en un sitio, no eres libre, tu estancia queda reducida sólo al espacio que conoces. Cuando puedes estar en la superficie, y también puedes estar en la profundidad, entonces puedes elegir donde estar.
Si la profundidad te llevará a conocer tu verdadero Ser, no menos cierto es que para ello también es imprescindible la meditación.
La meditación está asociada a un concepto bastante desviado de lo que realmente es. Existe la idea de que la meditación es algo que pertenece en exclusiva al plano espiritual, que es algo perteneciente a las culturas orientales y a los Yoguis. La meditación no es colocarse en la posición del loto y pensar acerca de nuestro interior, no, eso no es meditación, eso es entrar en procesos mentales, todo lo que sea pensar es entrar en el plano de la mente, y todo lo que sucede en la mente no tiene nada que ver con la realidad. La mente es una inagotable fábrica de fantasía, y la fantasía siempre nos aleja de la realidad. La mente fabrica pensamientos los cuales siempre están en concordancia con los deseos del ego, y cualquier pensamiento que prometa acercarse a la obtención del deseo del ego, siempre estará presente aunque materialmente sea imposible.
La meditación es observación, es un estado de alerta donde no se está en la ensoñación de la mente. La meditación es observación sin juicio, no hay que juzgar nada, no hay que juzgar si es bueno o malo, simplemente es observar sin juzgar. Los juicios pertenecen a la mente, y cualquier juicio que se haga de algo, te aleja automáticamente de la realidad. La observación te mantiene en un estado de alerta, y ese estado de alerta es el que te impide caer en la ensoñación de la mente.
La meditación pasiva no sirve absolutamente de nada, sólo para perderte en los enredos de la mente. La meditación activa a través de un arte como la práctica de la equitación, puede llevarte a ese estado de observación y alerta que es necesario para descubrir los misterios que tu Ser y la vida encierran. Cuando estás dormido, sueñas, y los sueños no son la realidad, cuando estás despierto, no sueñas, y es entonces la vida quien te desvela los misterios. Misterios y respuestas que no vienen de la fantasía de la mente y los deseos del ego, sino que vienen desde la propia realidad de la vida. Ese es el punto de partida para empezar a conocer aquellas causas profundas que nadie puede darte, porque las respuestas, si es que existen, sólo pueden encontrarse en la profundidad de tu Ser, y nadie excepto tú, puede llegar a tu interior.
Así es que, sólo cuando hayas profundizado en tu interior, podrás tener el conocimiento real de porqué te has acercado al caballo. Ahora puede que creas que es por que te gustan, pero detrás de ese gusto, yo te aseguro que se esconde toda una información muy valiosa acerca de la verdadera dimensión de tu Ser.
Mis palabras van encaminadas hacia una dirección que todavía no conoces, yo no te voy a hablar de aquello que ya conoces. Se ha escrito mucha literatura acerca de los inmensos beneficios que aportan los caballos como terapia. Beneficios acerca de cómo mejora la autoestima, la sicomotricidad, el equilibrio, la integración social, etc, etc…. Hablarte de beneficios sería quererte vender un producto para que lo compres. Yo no quiero venderte nada, yo sólo quiero darte una dirección nueva para ti, una visión diferente del caballo y distinta de la que ya conoces. Quiero que veas al caballo como un ser maravilloso perteneciente a la creación, y que puede ser tu maestro. Un maestro que no te habla, pero que con su silencio puede enseñarte a vivir sin conflictos, puede enseñarte a vivir en armonía con la naturaleza, y sólo cuando estés en armonía y sin conflictos, podrás alcanzar la plenitud y la totalidad. Los animales viven en armonía con la naturaleza y sin conflictos. Esto es posible gracias a que son totales en su Ser, no tienen ego. Tú no vives en la totalidad de tu Ser, tú no estás sólo, tú vives con tu ego, estás dividió en dos, y esa división no te deja acceder a la totalidad de tu Ser, esa división no te trae más que conflictos, y esos conflictos no te dejan que vivas en armonía con tu verdadera naturaleza, y con la naturaleza de la vida. La división surge cuando queremos imponer nuestros criterios acerca de lo que creemos que tiene que ser, y todo lo que creemos, es tan sólo eso, una creencia. Las creencias no tienen nada que ver con la realidad. Nuestras cabezas están llenas de conceptos y creencias que nos hacen olvidarnos de lo que verdaderamente necesitamos. Ese olvido nos lleva a apartarnos de quien somos en realidad y a no permitirnos aquellas cosas que realmente necesitamos como Ser. Culturalmente se nos ha enseñado a no darnos aquellas cosas que necesitamos, pero por el contrario está bien visto el dar a los demás. Pero el problema siempre es el mismo, damos aquello que creemos que es bueno. Cuando actuamos así, es cuando estamos creando el conflicto, porque damos aquello que previo juicio mental, creemos que es bueno, pero no damos aquello que el otro Ser necesita realmente. Aquello que creemos que es bueno, puede ser que no sea necesario, y además de no ser necesario, sea perjudicial al equilibrio del conjunto como Ser.
Cuando empecemos a olvidarnos de nosotros mismos, de nuestros gustos y creencias, estaremos en disposición de empezar a dar aquello que realmente necesita el otro Ser. Cuando le deis a vuestro caballo, a vuestro esposo, a vuestro hijo, a vuestro amigo, aquello que necesiten, creareis una relación de amor, y sólo desde el amor es posible la nutrición del Ser. Es muy posible que dar lo que el otro necesita vaya en contra de vuestros gustos e intereses de vuestro ego, pero la realidad es esa y no hay otra, para que el amor surja, es necesario que el ego sea transcendido, que no vencido. El principal obstáculo para transcender el ego, es la lógica. Nunca olvidar que la lógica pertenece a la mente, y la vida es simplemente vida, no sigue lógica alguna, la lógica no existe en la vida. Para aquellos que se hacen llamar jinetes, quiero recordarles, que según la lógica, una espalda adentro, o los ejercicios en dos pistas, descontraen mandíbulas y nucas, haciendo que bajen las caderas y el dorso se eleve, pero es muy posible que el caballo tenga una sutil e inapreciable atrofia muscular que afecte al conjunto de la articulación, haciendo que el ejercicio sea forzado hasta el punto de producir un efecto totalmente opuesto a la descontracción de mandíbula y nuca, entrando así en una energía de resistencia y rigidez. ¡Cuidado con la lógica!, la lógica te dirá que tienes que comer, y es muy posible que lo que esté necesitando tu cuerpo es no comer, sino limpiar y eliminar. ¡Cuidado con la lógica!, muchas veces la lógica nos lleva a caminos que son realmente destructivos. La lógica pertenece a la mente, y para entrar en lo que no conoces, es imprescindible abandonar toda lógica y todos aquellos conceptos y creencias que hasta ahora han estado dirigiendo tu vida.
Hasta ahora conoces al caballo desde el plano de la superficie, lo conoces desde el ego, pero aun no lo conoces desde la profundidad de la no‐mente. Si eres capaz de abandonarte, de entregarte a la energía del caballo, este te llevará a conocer lo que hasta ahora no conoces. Para ello es necesario que abandones todos los conceptos, todas las creencias, nada de lo que sabes te sirve para poder andar en lo desconocido. Y nada mejor para ello, que dejarte contagiar por una energía pura y total como la del caballo.
Si eres capaz de abandonar todos los conceptos que hasta ahora sabes, y centras tu energía en las necesidades que tiene tu caballo, este empezará a verte como su amigo y no como su amo, antes del amor está la amistad, no queráis amor sin haber pasado primero por la amistad, es imposible, no saltaros el orden de la naturaleza. No deis aquello que es innecesario, eso sólo crea desequilibrio, dar sólo aquello que sea preciso. Lo ideal es que hayas alcanzado el punto de maduración suficiente para poder saber que es lo que el otro Ser necesita, pero la realidad es que no lo sabes. No lo sabes, porque ni siquiera sabes que es lo que tú mismo necesitas, te has negado a ti mismo, no te has permitido aquellas cosas que son necesarias para tu Ser. De pequeño te han enseñado, geografía, historia, matemáticas, y otras muchas más cosas, pero no te han enseñado absolutamente nada relativo a tu Ser. Existen dos caminos, de dentro a fuera, o de fuera a dentro, del interior al exterior, o del exterior al interior. Por eso, si todavía no sabes que es lo que necesitas, cuando descubras cuales son las necesidades de tu caballo y se las des, el caballo te enseñará a ti cuales son tus necesidades.
El caballo se convertirá en tu maestro que te enseñará a vivir sin conflictos, te enseñara a vivir en armonía con tu naturaleza y con la naturaleza de la existencia. Déjate contagiar por la energía de un Ser total, y tú también te convertirás en un Ser total.
José Mª Carrión Sánchez
Comentarios recientes
Bravo!! Gran explicación que solo puede salir desde el sentimiento!! Totalmente de acuerdo!!!Gran profesional y gran persona Jose Carrion😀👍
Quiero poder se amiga vuestra en Facebook
Hacía tiempo que no leía algo que de inmediato lo pudiera aplicar a mi situación. Muy recomendable y verdadero.