ANANDA CABALLO

Lo bello es sencillo, el sol sale por la mañana, las flores nacen en el campo, y nadie es capaz de apreciar el más mínimo esfuerzo.

Lo realmente bello es sencillo, no requiere de esfuerzo alguno. Por eso lo realmente bello nunca puede suceder en la mente. A la mente le gustan los esfuerzos, las grandes proezas, las medallas y los meritos.

La mente no se encuentra cómoda fuera de objetivos y de esfuerzos que cumplir.

Sin esfuerzos y objetivos, ¿Dónde está la mente?

Nunca podrás encontrar a la mente donde no existan objetivos y esfuerzos que cumplir.

Sí no puedes estar en la vida sin objetivos ni esfuerzos que cumplir, es porque todavía no sabes quien eres, todavía no has encontrado tu esencia y vives dominado y controlado por tu mente y por tu ego.

Si eres capaz de dejarte llevar por tu sentir, la mente empieza a desaparecer.

Pero tienes que estar muy atento, porque aparecen miedos para impedirte que siguas a tus sentimientos.

Cuando aparecen esos miedos, es la mente quien todavía tiene el control sobre ti. Todavía te falta conciencia para poder salir de la mente.

Hasta para poder salir de la mente no requiere esfuerzo alguno. Sí estás haciendo algún esfuerzo para salir de la mente, es la propia mente la que te está dirigiendo hacia ese estado de esfuerzo, es una trampa de la mente. El esfuerzo te dejara sin energía, y sin energía nunca podrás salir del estado de la mente. La mente no te quiere dejar que salgas de ella, porque si sales, ella muere, la mente te necesita a ti para vivir, sin ti ella no puede existir. Salir de la mente no requiere de esfuerzo, sino de un intenso estado de alerta.

Transpuesto a nuestro mundo mental, transcurre otro mundo. Es la vida en si misma, la cual transcurre tal cual es. La mente analítica necesita una lógica a través de la cual se desarrollen las cosas, sin embargo, la vida en si misma no necesita ninguna lógica, se desarrolla tal cual es, con sencillez y sin esfuerzo.

Aceptar la vida tal cual es, con su sobria y relajada sencillez, es lo que verdaderamente cuesta. Cuando seas capaz de aceptar su sencillez y seas capaz de emocionarte con su generosa y desinteresada belleza, sólo entonces estarás saliendo de la mente.

Aceptar es decir sí a la vida, decir sí a lo que te ofrece. No se trata de decir sí porque previamente haya habido un juicio mental que haya juzgado que es algo bueno o conveniente, y por eso dices sí. Se trata de tener una actitud de confianza y apertura a la vida, de no tener miedo de nada, porque tienes conciencia de la benevolencia de la vida y ello te permite saber que nada malo va a pasarte. Se trata de decir sí, porque tienes conciencia de que sí la vida te ha puesto en esa situación es porque es para ti y realmente te hace falta para tu crecimiento.

Tener miedo es decir no a la vida, decir no es ofrecer resistencia al flujo de la vida.

Quien vive sufre, quien no vive enferma.

Quien ama sufre, quien no ama enferma.

Quien tiene miedo a amar, tiene miedo a vivir

Quien tiene miedo a vivir, nunca conocerá lo que es la vida

Quien tiene miedo a amar, nunca conocerá lo que es el amor 

Nada de preguntas, nada de respuestas, la vida es como es, bella y sencilla. Déjate llevar por la corriente de la vida, sin miedo, sin ofrecer resistencia, y conocerás lo ilusorio y lo real, la mentira y la verdad.

Di sí a la vida y el amor llamará a tu puerta. Cuando llegue ese momento, abre las puertas y déjale que entre.

José Mª Carrión